Capilla de la Virgen de Guadalupe: Fue construida por orden del Fray Jerónimo Méndez de la Piedra, en el año de 1617, en la que fuera Capilla del Obispo Alonso Ramírez de Vergara. Cobija la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, pintada por Fray Diego de Ocaña, en año de 1601. El culto popular fue ornando la imagen con diferentes tipos de joyas. En 1748, el lienzo se reforzó con una plancha maciza de oro y plata, representando el manto de la Virgen, dejando de la pintura original el rostro y el del niño.
La Recoleta: El convenio de Nuestra Señora de Santa Ana, Recoleta de Chuquisaca, fue fundado el año 1600 por Fray Francisco de Morales. La iglesia, reconstruida en el siglo XIX, consta en la actualidad de una sola nave con capilla lateral. Presenta artesonado de arco ojival, acasetonado a dos aguas. La fachada principal se encuentra constituida por pórtico de pilastras, las que reciben un frontón triangular. A los costados se alzan dos torres. El interior del templo muestra cuatro menores de estilo gótico, perteneciente a este siglo. Carece de retablo en la parte que corresponde el altar mayor. En el coro, se encuentra la singular sillería tallada en cedro, perteneciente a la escuela alto peruana (siglo XVIII); fue trasladada en 1875 de la iglesia de San Francisco, a donde fue destinada en origen.
Biblioteca del Convento de La Recoleta: La historia de esta biblioteca viene desde el año 1600. Es una lástima que la mayoría de los libros y documentos se hubieran perdido cuando el convento fue convertido en cuartel general. Sin embargo, en 1837 la biblioteca fue organizada hasta contar con 20.000 volúmenes de libros de las diferentes ramas del conocimiento humano. Posee 45 cuadros coloniales, varios anónimos y algunas de la época republicana. Son dignas de verse las tallas de tierra de Misiones; la colección numismática, con decoraciones, medallas recordatorias y otros objetos de valor.
La Sacristía del Convento: Muestra trece cuadros de la escuela flamenca, que representa la infancia de Cristo; un cuadro rememorativo del martirio de los franciscanos en Nagasaki (Japón). Uno de los edificios del conjunto de la Recoleta es el de la Capilla de Santa Justa, mártir católica cuyas reliquias fueron enviadas de Roma y se encuentran en la efigie de cera. Se afirma que los indigenas Charcas hacían adoración totémica a un cedro (Cedrela lilloi) milenario, árbol que pese a los siglos, se encuentra aún dando sombra. Parece que este gigantesco árbol lo encontraron los españoles a su llegada en 1538. Fue declarado monumento nacional.
Cuatro Cruces Tradicionales: Alrededor del año 1585 fueron erigidas cuatro cruces, en las cuatro vías principales de ingreso a la ciudad, por el misionero franciscano San Francisco Solano, para evitar la entrada del demonio a la ciudad. Cruz de Popayán. Ubicada en la esquina de las calles Colón y Loa, camino hacia el Sur.
Cruz de San Francisco. En la antigua salida al Oriente. Cruz del tata Cajoncito. Calle Calama, salida al Norte. Cruz verde. Esquina cruz verde y Aniceto Arce, vía de ingreso de Cochabamba. Cementerio general: Es el Campo santo más grande, hermoso y mejor organizado del país. Ostenta majestuosos mausoleos, bellos monumentos y hermosos jardines.
Capilla de La rotonda: Fue mandada a construir por el Presidente Manuel Isidoro Belzu, en el mismo sitio donde sufrió un atentado del que se salvó milagrosamente en el año 1858. En cuanto a su estilo es de imitación de la capilla de San Pietro, In mentorio de Roma. Iglesia y convento de San Felipe Nery: El antiguo convento de los filipenses, hoy Colegio Particular Santa Teresa, constituye una de las más representativas unidades arquitectónicas de estilo neo-clásico, construida en piedra, que tiene el país. Su construcción data del año 1795.
Iglesia de La Merced: Joya arquitectónica hispana que dejó en América. Posee en su interior magníficos objetos de arte. El altar mayor es una filigrana lograda en el cargado estilo barroco de la época; tallado y dorado a la hoja. Igualmente los altares laterales, también tallados y dorados, armonizan en el estilo. Su púlpito hace juego con los altares. La Merced guarda 35 cuadros del máximo pintor que tuvo América en la época colonial: Melchor Pérez de Holguín.
Iglesia y convento de San Francisco: El convento de San Francisco comenzó a levantarse en el año 1540; su iglesia, en 1581, bajo la línea renacentista. El interior de la iglesia muestra altares y retablos finamente tallados, dorados con pan de oro, de perfección admirable. Finalmente podemos nombrar a otros templos de riqueza arquitectónica de la época colonial y republicana, que hacen de la ciudad de Sucre un auténtico museo que contiene todo lo relativo a la historia del país: iglesia y convento de Santa Teresa (año 1665); Santa Clara (1639), museo con pinturas de la escuela europea; iglesia de Santo Domingo (1580); iglesia de San Lázaro (1543); iglesia de San Sebastián (1539); iglesia de San agustín (1564 – 1570). iglesia de Santa Mónica (1612); Iglesia y Hospital de Santa Bárbara (1554 – 1559); Iglesia de San Miguel (1621); Capilla de Loreto.
Pinturas Rupestres: Las zonas arqueológicas que se encuentran en Bolivia son realmente abundantes, en Chuquisaca. Se encuentran infinidad de restos arqueológicos en todo el territorio. Las zonas con representaciones rupestres son frecuentes y se encuentran próximas a la ciudad de Sucre. Incamachay-Pumamachay: Pictográficas. La primera, corresponde probablemente a la cultura de "SAUCES", con una antigüedad de 2,500 años, Las imágenes representadas son antropomorfas, zoomorfas y geométricas. La segunda pertenece a la cultura "HURUQUILLA", con una máxima de antigüedad de 1,000 años. Las imágenes representadas son antropomorfas y geométricas.
Supay Huasi: Pictográficas. Se presentan en tres paneles rocosos, probablemente coetáneas de las de Incamachay, aunque los motivos representados son distintos, siendo también antropomorfos y zoomorfos, dándose en algún caso caracteres ideográficos. P´lta Orko: Petroglifos. Son cuatro paneles ubicados a lo largo de un sendero; corresponden al período en que todavía no se pintaba la cerámica en esta región de América. Su antigüedad se remonta a más allá de los 2,500 años. Las representaciones son principalmente antropomorfas, zoomorfas y geométricas.
K´atalla (Siete Cascadas): Zona de interesantes conformaciones geológicas. Una de agua baja entre enormes rocas y se observan siete saltos o cascadas de dimensiones diferentes.
San Juan: Lugar para excursiones campestres, sus contornos se muestran muy apropiados para el montañismo, así como para disfrutar de frescas aguas que fluyen de las altas cumbres. Se encuentra a 10 km de la ciudad.
Ñucchu: Lugar de clima agradable, apto para excursiones, camping y baños (río Cachimayu). Una antigua casa solariega recuerda que fue aquí donde el Presidente de la República Mcal. Antonio José de Sucre, se restableció del atentado sufrido en el motín del 18 de abril de 1828.
Yotala: Pequeña villa que aún mantiene la urbanización de estilo colonial y republicano con viejas y estrechas calles empedradas. El acontecimiento folklórico-religiosos más importante se celebra anualmente el 30 de agosto, en la fiesta patronal de Santa Rosa.
Cerro Obispo: Emerge de una alta cadena de montañas, surcadas por quebradas y saltos de agua.
Tarabuco: Población muy cercana a Sucre, destaca por la riqueza de los tejidos elaborados en telares por als mujeres del lugar. Dos etilos son los más destacados: Jalq’a y Tarabauco. El primero generalmente en dos colores rojo o negro y con diseños abstractos de animales o seres mitológiocos; los otros en lineas verticales de varios colores destacándose una simetría entre ambos lados del tejido.
Camargo: en la región Sur del Departamento se encuentra esta población valluna, caracterizada por su riqueza en frutos como ser duraznos y uva. Es destacable la calidad del vino de la región.
RECUERDOS DE LA PREHISTORIA: Uno de los descubrimientos paleontológicos más ricos del mundo se encuentra a solamente cinco kilómetros del centro de la ciudad de Sucre. La gigantesca pared de Cal Orcko, llena de huellas de los dinosaurios, puede ser vista en los terrenos de la fábrica de cemento FANCESA en el camino hacia Cochabamba.
La edad de la pared es algo muy difícil de comprender. Cuando los visitantes prehistóricos pisaron estas tierras el mundo era 68 millones de años más joven que hoy en día. La amplitud de la pared es impresionante, tiene 80 metros de altura y 1.2 kilómetros de largo.
La pared de Cal Orcko hoy en día se encuentra en una posición vertical, pero tiene una explicación bastante lógica. Durante los pasados 70 millones años los movimientos tectónicos han forzado la pared a su actual posición.
Cuando los dinosaurios paseaban en las tierras donde se encuentra actualmente Sucre, el paisaje tampoco era nada parecido a lo de hoy en día. En los primeras estribaciones de los Andes desde el norte de Argentina hasta el sur de Perú se encontraban una serie de lagos.
Las cerca de 5.000 huellas que se admiran actualmente son de 294 especies diferentes. Es imposible decir el número exacto de las huellas ya que partes de la pared se están cayendo y algunas huellas desaparecen a la vez que otras nuevas aparecen. Tampoco se conocen a ciencia cierta todos los animales que han dejado sus huellas en la pared. Queda mucho por investigar.
En Cal Orcko se encuentra toda la diversidad de dinosaurios poco antes que desaparecieron. Hay huellas de tiranosaurios, brontosaurios, carnosaurios etc. y una gran variedad de restos de tortugas, cocodrilos, peces y algas. Sobre todo las once huellas de anquilosaurio han impresionado a los científicos. Antes de descubrir las huellas de Sucre, se pensaba que los anquilosaurios nunca vivieron en este continente. También se encuentra la huella de la caminata continua más larga de dinosaurio en el mundo. El dinosaurio apodado cariñosamente "Johnny Walker" ha dejado sus huellas de un paseo de 347 metros de largo.
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